Cultura organizacional y estilos de gestión en organizaciones de salud
Las instituciones
de salud presentan rasgos de identidad que las diferencian, las cohesionan y les dan continuidad en el tiempo. Así, en
los Centros de Salud se concibe al paciente como
un sujeto integral. Es un modelo preventivo y de promoción de la salud. El
Hospital es, en tanto, un modelo curativo y restaurador de la salud y visualiza
al paciente como un sujeto pasivo.
En este
marco, resultó interesante indagar y analizar los valores en los que se
sustentan las culturas de las organizaciones de salud relevadas.
En el Hospital de
Emergencias, por la naturaleza misma de su misión, se percibe que se
privilegian ciertos valores como la rapidez en la atención que no se verifica,
en igual medida en los Centros de Salud,
donde los principios claves son la participación
y el consenso. En ambos, la equidad aparece como un valor dominante.
Existen,
también, principios y valores comunes
compartidos por las dos organizaciones, como son la
eficacia, la eficiencia y la calidad de atención.
Dichos
valores están sólidamente arraigados y se
han constituido como presunciones o supuestos básicos
incuestionables respecto a ciertas dimensiones relacionadas con el contexto, la
apreciación sobre el uso del tiempo, la visión de los trabajadores y de los
pacientes, entre otros.
En ambos efectores
se manifiestan subculturas diferentes pero convergentes hacia objetivos
comunes. En sentido, existen múltiples grupos con
sus ambientes de trabajo específicos, sus propias
metas, procesos y normas determinadas. Por
ejemplo, las diferencias entre valores, creencias, conocimientos, costumbres y rituales en las
áreas Administrativas respecto de las áreas de
Internación en el Hospital; las lógicas de atención en los
centros de salud donde se asiste al paciente en su hábitat
versus la lógica de los servicios de apoyo
centrales basada en el cumplimiento impersonal de las normas y procedimientos.
Estilos de Gestión
En cuanto a los
estilos de gestión de sus directivos se observan
semejanzas y diferencias que se comprenden claramente si los
analiza en el marco de la cultura organizativa de cada institución.
De este modo, el
proceso de toma de decisiones es más participativo y horizontal en el área de
Atención Primaria que en el Hospital donde la atención de la urgencia demanda
decisiones más rápidas y menos consensuadas.

En el Hospital,
los directivos fomentan el trabajo en equipo sobre todo para resolver
cuestiones complejas. En estos grupos se vuelcan
opiniones, se resuelven conflictos y se trata de arribar a
acuerdos sobre formas de trabajo o tratamientos a aplicar, pero luego la
implementación se concreta a nivel de trabajo asistencial individual. El
trabajo en equipo es fundamental para
sostener y consolidar los valores que distinguen
la estrategia de Atención Primaria. El equipo es
el eje y está conformado por todos los
trabajadores profesionales y no profesionales. Si
bien cada uno conoce y es responsable por las funciones que le fueron asignadas,
los roles pueden intercambiarse o superponerse, si fuera necesario.
La forma
de liderazgo es consecuencia de los
aspectos antes descriptos. Los directivos deben
adaptar su estilo a cada situación. En
el Hospital, en caso de emergencias se imponen
estilos de liderazgo autoritarios. Lo mismo sucede en la dirección de
becarios, pasantes o jóvenes profesionales
con escasa experiencia que demandan estilos de conducción más
directivos En otras ocasiones, en cambio, cuando el tiempo, las patologías a tratar
y las capacidades y/ o experiencia de los integrantes lo permiten,
se usan estilos participativos. En tanto, en
el Área de Atención Primaria, en un marco de considerable
delegación en la toma de decisiones, de formas de comunicación circular, de
permanente retroalimentación y de trabajo en equipo, el estilo de liderazgo
predominante es el participativo.
FUENTE:
SABERES- REVISTA DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ESTADISTICA
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